La virgen lava
Sus pies en el altar
No hay secretos que el silencio
No nos pueda develar
Ríen mis abuelas
A orillas del paraná
Y en su estruendo entre las piedras
Descansa mis cuerpo de ciudad
Súbito silencio
Pájara de cristal
Enramada de helechos
La sangre vuelve a brotar
La virgen acomoda
Su corola en el altar
No hay secretos que el silencio
No me pueda develar
En tu vestido de amapola
Se liberan el bien y el mal
Me sumerjo en cada pliegue
Tan pequeña en tu inmensidad
Súbito silencio
Pájara de cristal
Enramada de helechos
La sangre vuelve a brotar