Me duelen las espaldas de tanto caminar
Los cielos se suceden de rosa y verde-mar
Los viejos horizontes se posan por detrás
Y recorro las cimas de la tierra estival
No me arrepiento de nada. Voy tras del sol desde mí
Y las huellas del camino susurran lo que siempre fui
Un peregrino en la nada. Un equipaje sin fin
Un diletante viajero que pulsa las estrellas con violín
Un movimiento continuo que envuelve mi pie bailarín
Con murmullo de tambores, comarca, piedra, grillo y cromaquí
Me duelen las espaldas de tanto recorrer
Las curvas del sendero que llevan hacia el mar
Me impulsan nuevos vientos que alivian el andar
La llama que se aviva con este fulgurar
No me arrepiento de nada. Voy tras del sol desde mí
Y las huellas del camino susurran lo que siempre fui
Un peregrino en la nada. Un equipaje sin fin
Un diletante viajero que pulsa las estrellas con violín
Un movimiento continuo que envuelve mi pie bailarín
Con murmullo de tambores, comarca, piedra, grillo y cromaquí
Con murmullo de tambores, comarca, piedra, grillo y cromaquí